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Año 1900. Antonio pierde a su amada y le es arrebatada la tierra prometida. ¿Qué camino le espera? 

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Año 1900, final de la Guerra de los Mil días. La muerte de su amada y la pérdida de la tierra recién colonizada marcan la vida de Antonio. Sin la Tierra Prometida es una historia de amor truncada por el destino. El eje central es el deseo eterno de un amor atascado en la idealización y la búsqueda continua de una tierra para vivir. Antonio avanza a pesar del dolor y su andar se convierte en un proceso de resiliencia.

Sinopsis de la serie (Temporada 1)

Antonio Almansa joven colono tolimense, emigra al Quindío junto con sus padres, Víctor Manuel y Micaela, en busca de la tierra prometida por el gobierno, al finalizar la Guerra de los Mil días. Durante el éxodo Antonio conoce a Julia, hija de una familia de colonos antioqueños, y se enamora de ella. Una vez instalados en las bellas colinas quindianas, los jóvenes deciden casarse y sus padres, cederles una parcela dentro de los terrenos recién adquiridos. La felicidad parece haberse instalado, pero durante la boda, Julia enferma de tifo y muere algunos días después, sin haber siquiera consumado el matrimonio. Meses más tarde Antonio y su familia pierden la tierra recién colonizada. Fulminado por el doble drama, Antonio decide convertirse en arriero y vivir una vida errante y vacía. Los desplazamientos se suceden así como los años de desilusión.

Tiempo después, en un intento por recuperarse, Antonio decide casarse con Carmen, comprar una parcela y fundar una familia, pero el recuerdo de Julia le impide ser feliz con su nueva esposa. La vida cotidiana de la pareja se descompone, Antonio se encierra en la nostalgia y los resentimientos mutuos se acumulan. La familia vive un nuevo desplazmiento, esta vez por cuenta de la pobreza. Desilusionado por su propio destino, Antonio centra todas las esperanzas en sus hijos y en su recuperación económica, que finalmente llega cuando se establecen en Anserma Nuevo, municipio del Valle del Cauca.

Cuando las cosas parecen marchar mejor, la violencia del 48 se instala en el país tras el detonante del asesinato de Gaitán. Amenazados, Antonio y su familia deben huir y de nuevo abandonar sus tierras. A lo lejos, perciben su casa en llamas y dentro de ella, los últimos recuerdos de Julia se extinguen para darle paso a la vida con Carmen, descubriéndola por primera vez, como mujer y como compañera de vida. A pesar de que la tierra aun le es esquiva, Antonio emprende este último camino con la esperanza de una nueva vida.

Sin la Tierra Prometida es por extrapolación la historia de muchos colombianos, que se desplazan para huir de la pobreza o de la violencia.  Sin embargo, lejos de resignarse, Colombia es un pueblo que da prueba de una gran vitalidad, porque siempre se levanta de nuevo.