Mini Biblia de la serie 

SIN LA TIERRA PROMETIDA

ESCRITORES

Adriana Bernal  e Ignacio Gabasa

Número de capítulos propuestos

4

Duración de cada capítulo

50 minutos

Audiencia objetivo

Sin la Tierra Prometida narra la vida de Antonio desde sus 18 hasta sus 50 años, por lo que el rango de edad de la audiencia objetivo, es muy amplio y le interesará tanto a jóvenes como a mayores. Por género podría haber una preferencia del público femenino porque la narración gira entorno a una historia de amor truncado, aunque si ponemos en consideración el hecho de que el personaje principal es un hombre, probablemente muy buena parte del público masculino se identificará con él. En cuanto al nivel educativo, esta es una serie que cumple con un objetivo formador, por el contexto histórico que describe. Después de haber visto esta serie, el público conocerá más sobre la Colonización Antioqueña, evento fundamental en nuestro continente, una de las migraciones más importantes después de la Conquista del Oeste en Estados Unidos y muy poco abordado desde las artes en general. El drama de Antonio es universal y atemporal, por lo que, independientemente de su cultura, su condición social y su edad, cualquier persona puede identificarse con éste.  

Género / Subgénero / Formato

Drama / Con alguna influencia de los subgéneros épico y western. Road movie (A pie)

El formato en cuanto a su relación de aspecto será 1:2.40

Formato técnico de realización

4K

Premisa e idea central

Sin la Tierra Prometida es una historia que habla sobre el poder de recuperación del ser humano y sobre la tenacidad del campesino colombiano, concretamente de aquellos que colonizaron la zona cafetera. Para contarlo, la serie aborda, desarrolla y profundiza en los siguientes temas principales, todos ellos universales y comunes a cualquier cultura; el amor, la esperanza, la muerte, la pérdida y la capacidad de superación. En definitiva, habla de la resiliencia de nuestra gente y de su capacidad para vencer la adversidad.

Sin la Tierra Prometida exalta el temple y el emprendimiento de los colonos que atravezaron la selva en busca de la tierra prometida por el gobierno, para poblar el Gran Caldas y el Cauca a finales del siglo XIX e inicios del siglo XX, a través de la figura y la vida de Antonio Almansa, un joven campesino lleno de esperanza. Sin la Tierra Prometida nos sitúa en una sociedad de posguerra en la que un gobierno endeudado se ve incapaz de cumplir las promesas hechas a los colonos. Antonio, además de tener que lidiar con un territorio inhóspito, luchar contra las enfermedades y las plagas que menguaron sin piedad a sus compañeros de aventura, sufre, como muchos otros, la decepción de no conseguir el objetivo de esta gran gesta migratoria. Una enorme decepción, ya que, una vez establecidos Antonio y su familia convierten la tierra colonizada en una finca productiva que les es arrebatada prontamente. La serie se vertebra a partir de esa doble promesa no cumplida; a la pérdida de la tierra prometida se le suma la muerte de Julia, la joven esposa de Antonio.

La historia, que está delimitada por la Guerra de los Mil Días y la violencia partidista del 48, se desarrolla en un período de aparente paz en Colombia. En la serie la guerra bordea y, si se quiere, determina la vida de nuestros personajes, pero no es el eje central de la narración. A pesar de los eventos dolorosos, detonantes de la historia, Sin la Tierra Prometida es una historia esperanzadora que pretende hablar de cómo estos seres maravillosos convirtieron la zona, en menos de 40 años, en una de las regiones más productivas e importantes del país. La colonización antioqueña y la fundación de cuenta la historia íntima y personal de Antonio, que toca dolores universales comunes a todo ser humano y comprensible universalmente.

En cuanto a la estructura, la historia se desarrolla en tres nudos de acción o grandes actos dramáticos: La Esperanza, La muerte y el duelo y El renacer. En el primer acto, la esperanza, la serie nos habla de la ilusión, de la enorme fuerza que tienen los sueños y las aspiraciones cuando somos jóvenes. El segundo, la muerte y el duelo, representa los dolores y obstáculos que los seres humanos sufrimos a lo largo de nuestras vidas y que, con más frecuencia de la que quisiéramos, acaban suponiendo la anulación de lo que somos. De que sepamos sobrepasarlos, depende nuestra realización en la vida. Y finalmente, el renacer del tercer acto nos habla de las posibilidades que tenemos de sanar, de cambiar, de reinventarnos, de levantarnos cuando hemos caído. Es la luz de esperanza que permite, tanto a los pueblos como a los seres humanos, salir fortalecidos de los momentos difíciles. Los seis capítulos de la serie dan cuenta del caminar de Antonio a través de estos puntos de inflexión.

Esta es una historia que tiene mucho que decirle a nuestro pueblo hoy, porbablemente porque hemos repetido los errores, o simplemente, porque los países como los seres humanos, tendemos a adentrarnos en esquemas cíclicos donde los sucesos parecen darse una y otra vez. Sin la Tierra Prometida es un homenaje a los miles de campesinos que, a pesar de seguir errando sobre nuestras tierras, son un ejemplo de coraje y templanza.

MAPA DE RUTA TEMPORADA 1

PUNTOS DE GIRO

La tierra prometida: el amor y la esperanza.

Antonio y su familia dejan la guerra atrás en busca de tierras más bellas y productivas. El gobierno ofrece tierras para todo aquel que quiera desplazarse y poblar el occidente del país, mostrándole un horizonte prometedor a un país que está aun sanando sus heridas. La ilusión que lleva a todos los colonos a buscar la tierra prometida hace más soportable el duro y peligroso desplazamiento a través de una selva hinóspita y llena de peligros. Miles de familias se desplazan desde el norte de Antioquia, Tolima y Cundinamarca, hacias las tierras valdías del Gran Caldas. Durante el recorrido la familia del joven se cruza con otras familias de colonos y deciden seguir el camino juntos. En una de las posadas, en medio de un evento trágico, la muerte de un bebé por las condiciones adversas del terreno, Antonio conoce a Julia y se devela ante él, el amor y todo lo maravilloso que éste representa. Para suerte de los jóvenes, la familia de Julia decide unirse al grupo de viajeros.

Tras unos días más de camino, los colonos llegan a la cima de una alta montaña, desde donde   avistan Calarcá y las hermosas colinas ondulantes del Quindío. Por fin la ilusión que representa la tierra prometida parece materializarse. Antonio y su familia se establecen en unos predios baldíos cerca del pueblo,  apenas a unos metros de los Isaza, la familia de Julia.

En un caluroso día de diciembre, Antonio y Julia celebran su matrimonio en Calarcá. Al salir de la boda, aun en el atrio de la iglesia, los novios saludan a amigos y a familiares. Todos rodean a los novios, que se separan momentáneamente para atender a los invitados. Julia sonríe animada, aunque suda copiosamente. De repente el aire le falta y la joven cae desmayada.

Muerte y pérdida: El duelo.  

Antonio vive sus primeros días de matrimonio cuidando de su esposa enferma y en su angustia, lo intenta todo para salvarla. La joven empeora sin que nadie pueda hacer nada por ella y apenas unos días después muere de fiebre tifoidea. Un profundo dolor agobia a Antonio, el trabajo se hace más duro y su entorno antes que ayudarlo, parece asfixiarlo. Algunos meses después Antonio y su familia son despojados injustamente de la tierra recién colonizada. El gobierno ha vendido las tierras ofrecida a los colonos en bonos de recuperación del país después de la guerra. La mayoría de los colonos que no habían escriturado sus tierras pierden sus fincas. Los Almansa deben abandonar La Esperanza y con ella, los restos de Julia. Ante la mirada desolada de los Isaza, Antonio y su familia se marcha para Salento donde se encuentran unos hermanos de Víctor Manuel, el padre de Antonio. La caravana se aleja envuelta en una nube de polvo.

Fulminado por el doble drama, Antonio decide enfrentar el futuro sin querer poseer nada, sin querer nunca más amar a nadie. La vida en Salento, el pueblo donde la familia ha migrado, le resulta insoportable. Antonio entra en una terrible depresión, bebe en exceso y se desconecta completamente de su familia, por lo que decide alejarse y convertirse en arriero. Se une a Cleto, un de los dos hombres que guió el camino de la familia Almansa durante el viaje de colonización y juntos deciden dedicarse a comerciar medicamentos por los pueblos del Gran Caldas. Errar por los caminos selváticos de esa nueva tierra es lo único que le da un poco de sosiego al joven Almansa.

Pero Antonio está lejos de encontrar la paz. Aun muy adolorido, tienta al destino y busca el peligro sin cesar para desafiar a dios o a quien sea que desde el más allá, le haya quitado a Julia. Se expone una y otra vez y Cleto, se convierte en el guardián que le advierte, le previene o incluso llega a salvarle la vida, un día que Antonio decide asistir a una práctica macabra llamada “el baile del machete”. Gravemente herido y perdido en medio del bosque, el joven entiende que ha tocado fondo.

Volver a empezar.

Antonio decide abrirse al mundo y volver a su vida social. En un reencuentro con uno de los colonos que llegó con él al Quindío, conoce a Carmen y se enamora de nuevo. No la ama como a Julia, pero tiene el sentimiento de que será una buena esposa y una madre consagrada. Rápidamente decide casarse con ella y fundar una familia, aunque continúa siendo arriero, lo que le permite seguir ganando buen dinero y no asumir su rol de esposo al cien por ciento.

En una actitud totalmente egoísta, Antonio quiere tener una familia, pero evadir la convivencia con su esposa, quien rápidamente se da cuenta del desinterés de Antonio. Carmen queda embarazada y la ilusión asoma tímidamente al interior de la pareja. Antonio sigue viajando y al momento de parir Carmen se encuentra sola y debe pedir ayuda a su familia. Igual de sola está Carmen cuando llega su segunda hija. Antonio va y viene, pero cada vez está más ausente y distante. Los resentimientos comienzan a acumularse y la pareja se deteriora.

El tercer embarazo llega y se presenta con complicaciones, Carmen debe permanecer acostada por recomendación médica y tiene miedo que las cosas se compliquen.

Necesitada de cuidado y si se quiere de un poco de cariño, le pide a Antonio que no salga de viaje pues no quiere parir estando sin él. Antonio se va de todas maneras y a su regreso debe enfrentar la muerte de su hijo durante el parto y el odio de Carmen por haberla dejado sola. Este evento es el detonante para que Antonio deje la arriería y decida establecerse con su familia en una pequeña finca llamada La Cristalina, en la vereda La Virginia, a las afueras de Calarcá.

La vida lleva a Antonio a cambiar de vida, aunque aparentemente no lo logra, el inicio del cambió se está dando.

Antonio decide reconciliarse con la tierra. Se dedica en cuerpo y alma a su trabajo campesino. Sus padres se mudan a vivir con ellos y entre Víctor Manuel y él deciden aventurarse con el producto de moda: el café. Las tierras onduladas del Quindío y el clima templado parecen ideales para obtener un producto de gran calidad. Ambos se endeudan e invierten en los mejores árboles de siembra.

A pesar de la mala situación de la pareja, en la Cristalina nacen dos hijos más y la vida parece acomodarse, aunque la convivencia con Carmen se complica cada día y el recuerdo de Julia aun le impide a Antonio ser feliz con su mujer. La relación llega al límite y la confrontación se intensifica.

El café da una excelente cosecha, pero la depresión económica de los años 30 hace que el precio se desplome y las ganancias sean mínimas. Empujado por la pobreza Antonio decide volver a migrar antes de perderlo todo, tras el nuevo sueño del Valle del Cauca. Los Almansa empacan y vuelven a desplazarse. El viento y el andar de las bestias cargadas, levantan una nube de polvo que cubre a la familia que se pierde en el horizonte.

La sanación

La familia se establece en Anserma Nuevo, norte del Valle del Cauca y por fin prospera. El hijo mayor de Antonio, Toño, abre una farmacia en el pueblo, el menor por su lado, estudia bachillerato en Cartago y las niñas acompañan a su madre en los quehaceres de la finca. La relación entre Carmen y Antonio no es buena, pero la vida avanza y el bienestar de los hijos, llena las expectativas de la pareja. Ambos logran esquivarse y convivir sin mayores problemas. Cuando las cosas parecen ir mejor, cuando por fin llega una verdadera bonanza económica, comienza a gestarse en la región una dura confrontación partidista. El 9 de abril del 1948 el asesinato de Jorge Eliecer Gaitán se convierte en el detonante de un amotinamiento violento. En el pueblo amenazan a Toño y Gerardo, el menor, obligado por el cierre del colegio, debe caminar kilómetros para volver a casa. Las turbas violentas se multiplican y un grupo de hombres armados asesinan, de un tiro de gracia, a la esposa de un vecino de los Almansa. Asustado Antonio experimenta una epifanía trágica y se horroriza ante la posible muerte de su mujer. El presentimiento de perder a Carmen le hace reaccionar y por primera vez la reconoce como pareja y como compañera de vida. Carmen sorprendida reacciona con desconfianza ante la actitud de su esposo, pero durante los eventos en cascada que se sucederán por causa de los motines, Carmen experimentará todo tipo de emociones frente al repentino cambio de su esposo, hasta el momento en que verá con sus propios ojos como Antonio abandona los objetos de Julia durante la huida. Amenazados, Antonio y su familia deben salir de prisa y de nuevo abandonar sus tierras. A lo lejos, ya a salvo, perciben su casa en llamas y dentro de ella, los últimos recuerdos de Julia se extinguen para darle paso a la vida con Carmen. Los Almansa no logran tener una tierra, pero en su búsqueda, Antonio avanza y su andar se convierte en un proceso de resiliencia.

Arcos dramáticos

Aunque los eventos históricos son importantes en esta serie, lo realmente trascendente es la historia interior de Antonio. El arco dramático de la historia está determinado por la transformación del personaje principal, pero también por cómo él afecta y transforma a la vez, a los personajes que lo rodean, principalmente a Carmen, con su egoísmo y su desamor. Como lo decimos en la estructura, la vida de Antonio es la columna vertebral de la serie y la narración oscilará entre momentos negativos y positivos, que Antonio manejará con mayor o menor acierto.

Después de afrontar un doble proceso dramático que le impide realizar su meta, Antonio sufre una transformación radical. Tras la muerte de Julia y la pérdida de la tierra recién colonizada, Antonio cambia de sitio, cambia de trabajo, se dedica a tomar, se aleja de su familia y en general cambia de personalidad y se vuelve errático, egoísta e irascible. Cualquier lugar que represente el arraigo, resulta incómodo para Antonio, porque el lugar ideal será siempre, aquel donde él no esté. Antonio mira hacia atrás o hacia adelante, incapaz de centrarse en el presente.

Antonio tendrá una doble transformación, marcada por las etapas del duelo. El arco se cierra al final, cuando por fin decide enterrar el amor que tiene por Julia, un amor atascado en la idealización y que le ha impedido ser feliz.

Por estas razones el arco de la historia está intrínsecamente ligado al arco dramático de Antonio que está construido sobre “el viaje del héroe”. Lo que emprende Antonio, es un proceso de transformación doloroso, pero tremendamente valiente. Cada capítulo corresponde a un punto de giro y se inscriben en la estructura ondulante que explicamos a continuación.

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